Corría el año 2004 cuando con 30 años decidí abrir la peluquería
PILAR GARRO. Desde entonces han cambiado muchas cosas pero el motivo por
el cual me atreví a iniciar esta aventura diaria sigue intacto: SER
DIFERENTES. Diferentes en nuestra forma de trabajar, en nuestra relación
con el cliente y también diferentes a la hora de relacionarnos entre
nosotros.
•Ofreciendo no sólo un buen servicio sino el mejor. Como profesionales debemos aspirar siempre a la excelencia.
•Siendo capaces de ofrecer algo más que un buen servicio: una
experiencia. Debemos prestar atención al más mínimo detalle porque es la
suma de los pequeños detalles es la que nos puede hacer diferentes y
únicos.
•Creando entre todos un buen ambiente de trabajo. Detrás de
las grandes empresas hay siempre grandes profesionales pero sobre todo
grandes personas y un equipo fuerte y cohesionado.
•Formándonos al
máximo, evolucionando profesionalmente juntos. La inversión en formación
es básica en cualquier empresa que tenga visión de
futuro.
